Tres cementerios

Centro de Producción de Programa de RTVV en Burjassot

Se muere, la han matado. La está matando hoy, ahora mismo... Quieren que sea un cementerio más. Sobrevivió durante 24 años entre los de Burjassot y el de Benimámet. Nunca se pensó que ese sería su destino. La matan los mismos, el Partido Popular, que durante 17 años han abusado de ese medio de Comunicación Público. De él y de sus trabajadores y trabajadoras. Ahora como en una lenta agonia desde esta madrugada han ido "cayendo" las emisiones de Nou Radio en Valencia, Alacant i Castelló y se han cerrado varios centros de la televisión Nou. 

Todo para cumplir "la legalidad". ¡Qué ironía! Cumplir con las Leyes quienes las violan diariamente, quienes las subvierten, amañan y lanzan como cañones contra sus enemigos. Es decir, todos aquellos que no les rinden pleitesía y sumisión. 

Morirán las emisiones de RTVV pero no el espíritu que la animaron  y pusieron en pie. No mueren la decencia, ni el objetivo de hacer de un Medio Público un servicio por y para los ciudadanos. No mueren los deseos de hacer de ese Medio Público un canal de televisión plural, en valencià y que no sonrojen sus emisiones. 

NO. RTVV no será nunca un campo santo más entre dos cementerios. De eso nos encargaremos los ciudadanos y la Justicia. La Justicia porque tendrá que hacer pagar con las penas que procedan el sistemático saqueo a que han sometido a RTVV. Los ciudadanos porque tienen un motivo más para descabalgar de la Generalitat a los culpables de la muerte de una imprescindible seña de indentidad de todo un pueblo y un derecho fundamental del esqueleto Autonómico. Sí, hay que sacar democráticamente de la Generalitat y el Consell a quienes no cree en la más mínima Democracia y, por tanto, no merecen administrarla. Quienes sólo creen en la Democracia para servirse de ella no pueden dirigir y legislar la vida pública. Esa será la primera y democrática batalla que nos queda por delante.

 Después RTVV renacerá cual Ave Fénix de las cenizas a las que la abocan los vultúridos que ahora saqueada, abusada, mal utilizada, arrojan sus despojos entre cementerios.