Fernado de Rosa dará grandes tardes

Fernado de Rosa es un hombre muy especial. Tras su apariencia de empollón-replente-niño-vicente, se esconde un alma tan rocosa como sensible a que la justicia actúe... si se trata del PP. Es militante desde AP. En la Comunitat Valenciana, dónde fue, secretario autonómico y posterior Conseller de Justicia, tiene buenos amigos. Por ejemplo, Carlos Fabra y su mentor y patrocinador Francisco Camps.
Al magistrado su lealtad al Popular Partido no se le supone. Levantó tremenda campaña de acoso y derribo contra el Fiscal Jefe de Valencia, Ricard Cabedo (todo un señor) sencillamente porque estaba casado con la diputada socialista, Juana Serna. Y eso en el minúsculo apartado cerebral de De Rosa dedicado al respeto a la inocencia, la honestidad, y la profesionalidad no cabe. Cómo si él es "popularista" a tiempo completo y activísimo militante, aunque ocupe un cargo Público que es para hacer y trabajar por y para "todos", pero aún así no ceja pues cree el ladrón que todos son de su mismísima condición. Y así con esa primigenia forma de razonamiento, más lamentable en hombre al que, supuestamente, caben tantas leyes en la cabezita. Pero su primitivismo atávico también se puso de manifiesto cuando como Conseller de Justicia en la Comunitat Valenciana, no quiso recibir a la que será Portavoz del CGPJ porque es una mujer y ¡¡además!! muy progresista.
Pero ahí tenemos a Fernando de Rosa a un paso de que el próximo martes sea nombrado, por sus muchos méritos, cabezazos ¡sí, señor! y trabajillos varios, como nuevo vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial. ¡Ahí es nada! un sectario de tomo y lomo, con pedrigí, controlando la "carrera" de jueces, magistrados, fiscales y tutti quanti de la vida judicial. ¿Será casualidad que De Rosa sea muy amigo del corrupto e inefable presidente del PP castellonense y la Diputación, Carlos Fabra? Pues no, no es casualidad. Lo son porque De Rosa pasó por los juzgados castellonenses y, ya se sabe, un ladrón listo lo primero que se hace es amigo del guardia civil, el juez y por si todo falla, el director de la prisión más próxima.
Pues nada, nada, todo sea por la democracia. Esa de la que se aprovechan los popularistas con descaro, y creo que hasta con sorna y pitorreo, porque deben morirse de risa ante el favor que le hacen los que de verdad creen en la democracia. No nos preocupemos: cuando el PP gane las elecciones nos volverá a enseñar como se "ata bien atado" lo que tiene que estar "atado y bien atado". De las lecciones de "democracia" los popularistas se hacen "tirabuzones" como los gaditanos se los hacían con las bombas que tiraban los gabachos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La conjura de los necios

EL ÚLTIMO ¡¡QUE APAGUE LA LUZ!!